CENTRO DE HISTORIAS, ESPACIO "TRÁNSITO", ZARAGOZA
Fotografías: Miguel G. García
Lo que hasta entonces os parecía imposible sucedió y todo quedó pausado, suspendido en un sueño del que nadie sabía cuándo despertaríais.
No os creáis tan importantes... pensabais que erais intocables, que estabais a salvo, pero todo es alterable y había un precio a tanta desconsideración.
Muy poco antes del tiempo de confinamiento, había empezado a desarrollar Adormilados. Al principio ni siquiera tenía ese nombre y el enfoque iba a ser muy diferente, pero sentí la necesidad de darle un giro y de ser más coherente con lo que en ese momento sentía.
Aquellos días tan inciertos, me llevaron a reflexionar sobre nuestro frenético estilo de vida. Una de las cosas que más me sorprendió fue que mientras que todos estábamos encerrados, la naturaleza seguía su lento curso, más libre y menos castigada, con jardines descontrolados, cielos más limpios y animales campando a sus anchas por las ciudades.
A modo de fábula he querido valorar la calma y la sencillez. Seres de un mundo imaginario donde la naturaleza lo inunda todo y se funden con ella. No entienden qué es la prisa, y nos miran taciturnos porque si pudieran hablarnos, ¿Qué nos dirían?, tal vez que somos nosotros los que llevamos mucho tiempo como adormilados.